Esta es la única actividad que pagamos en nuestro paso por Rotorua y nos encantó. Nos gustó tanto que he decidido hacer un post a parte para una actividad que, aunque es de pago, es muy enriquecedora e interesante.
Si estás interesado en visitar Rotorua de gratis te aconsejo esta pedazo de super guía de Rotorua que me he currado sólo para tí.
Antes de comentar nuestra visita quiero decir que soy bastante reacio a visitar lugares donde se muestra algo ficticio sólo para obtener beneficios. En este caso estoy hablando de una situación que se suele dar en Nueva Zelanda y es la de empresarios que acuerdan con tribus o familias maorís para que, como si de un zoológico se tratase, hagan el número de como viven, que comen, hagan un espectáculo y ellos se llevan una mínima parte de todo lo que se gana. Lo que viene a ser un engañabobos vamos.
Antes de hacer la excursión nos aseguramos de que la entrada iba destinada mayormente hacia ellos y que además fuese real. Os puedo confirmar que así es.

Se trata de familias maorís que comparten su modo de vida desde hace más de 200 años. Es una aldea pequeñita que han adaptado su modo de vida a la actividad geotermal. Super curioso.
Las familias que viven allí son descendientes de Tohourangi/Ngati Wahiao que se dedicaron a promover el turismo en Rotorua desde 1800 y ellos, están tomando el testigo.

Índice del post
Entradas a la aldea maorí
Tienen diferentes opciones de entrada que van desde los 36 NZD hasta los 63 NZD. Nosotros pillamos la entrada que incluía la visita guiada al pueblo + espectáculo musical + maíz hecho a la forma tradicional hangi (en una piscina geotermal durante 20 minutos). Nos salió por 37,80 NZD cada uno. Sino el maíz te cuesta 2,50 NZD allí (te ahorras 50 cents pero buenos son).
Lo hicimos todo por internet en la página web de Whakarewarewa Village.
Visita guiada en Whakarewarewa Village
Justo en la entrada ya te está esperando un guía, todos ellos son residentes de la aldea, y te va contando puntos importantes como por ejemplo como utilizan el agua geotermal para sus propios baños (a partir de las 5 cuando los turistas se han ido), para cocinar y otras curiosidades (arquitectónicas, del cotidiano, etc).

Es gracioso porque justo cuando acabas la visita te das una vuelta más tranquilamente por la aldea y escuchas otros guías como tienen otro discurso. Quiero decir que cada guía cuenta una interpretación de lo que vive en su aldea, no hay un discurso a seguir y eso aporta autenticidad y valor.

Nuestro guía, con un nombre más largo que la uña de Paco de Lucía e imposible de retener, era un cachondo y nos iba contando cotilleos e historietas de cuando era pequeño.

La visita dura alrededor de una hora y justo después eres libre de pasearte, entrar en las tres tiendas que hay, cafetería, espectáculo o hacer un par de mini rutas circulares donde verás más actividad geotermal.
Espectáculo Maorí
La aldea trabaja con un grupo maorí donde cantan canciones típicas, tocan instrumentos hechos por ellos, hacen la famosa Haka (que hace la selección de rugby antes de un partido) y cuentan un poco sobre la historia de las canciones.
El espectáculo dura 30 minutos, pero es como si fuesen 2.

Incluso al final del todo sacan a varias personas a hacer la Haka y te enseñan un poco los pasos. Esto fueron unas buenas risas.
Hangi tradicional
Esta técnica consiste básicamente en cocinar los alimentos con el calor del agua geotermal.
Eso sí, tienen más que controlado cuanto tiempo lleva cada ingrediente.

Durante el recorrido te enseñan la cocina del pueblo donde la “Auntie” («tita») va cada día a preparar la comida para el restaurante y las mazorcas de maíz para los visitantes.

La mazorca la sirven con sal, pimienta y mantequilla y te puedo decir que es un espectáculo.
Hay una de las entradas que incluye un menú tradicional maorí hecho de esta forma. Nosotros nos conformamos con la mazorca.

Paseos geotermales
Para completar la visita, dentro de la aldea tienes un par de paseos por la zona geotermal de unos 15-20 minutos muy fáciles de hacer y bien señalizados.

Uno de ellos pasa por la iglesia anglicana de la aldea y unas piscinas de lodo caliente. Y el otro por un lago bien calentito.

Hasta aquí este post sobre la aldea maori que fue una de las sorpresas y las visitas que más nos gustó de nuestro paso por Rotorua.
Qué chulo Arturo. Hicisteis muy bien en asistir. Se aprenden cosas interesantes que de otra forma se escapan para nosotros, los guiris, allí. La mazorca tenía que estar deliciosa. Yo hace tiempo que no me la hago. Pero es sólo a la plancha, jajaja. Es curioso, no sé si os habéis fijado que las mujeres maoríes engordan mucho con la edad. Mi amiga Allison, de NZL, pero que vive aquí, al lado de mi casa, tiene primas maoríes. Yo las conocí en Auckland. Desde luego los maoríes forman mucho más parte de la sociedad y economía del país que otros… Leer más »