Semana 22 y 23. Terminamos la isla sur6 minutos de lectura

Hooker valley

 

How’s it going fellas! Aquí estamos bien, yendo hacía el frío, al contrario que vosotros.

En el post de hace dos semanas os contaba nuestro primer coqueteo con Dunedin. Pues bien, después de pasar los preliminares el domingo, el lunes por la mañana profundizamos un poco más en la ciudad y visitamos la calle asfaltada más empinada del mundo según el libro Guinness de los récords. También visitamos el jardín botánico que era grande, aunque me gustó más el de Christchurch. Dimos un paseo por sus calles comerciales, entramos en la iglesia anglicana, en el museo de Dunedin y terminamos la visita a la ciudad con una buena comilona en un restaurante malayo, nos pusimos las botas y nos fuimos.

botanico dunedin
Flores en el jardín botánico.
Baldwin Street
La calle asfaltada más empinada del mundo.
baldwin street dunedin
Haciendo el Michael Jackson
Botanic garden Dunedin
Otra más del jardín botánico
dunedin museum
Jeanne en el museo probando un traje de lo años 20.

Desde Dunedin pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: el faro de Katiki Point. En este faro los atardeceres son de otro mundo y además se llena focas y pingüinos de ojos amarillos.

Tuvimos la suerte de ver un par de pingüinos y varias focas por ahí durmiendo a la bartola.

La mañana siguiente empezamos el día visitando una rareza de la naturaleza, las Moeraki Boulders. Unas formaciones ovaladas de unas rocas en la playa. Me impresionó que tuviesen todas una forma tan redonda y que sólo se diese en esta playa en particular, la naturaleza nunca deja de sorprenderme.

boulders
Playa con piedras redondas como balones.
boulders moeraki
Roca preñada

Justo después de las pelotas playeras fuimos a Clay Cliff, unos acantilados con forma cónica, muy curiosos. Se ve que el viento de esta zona tiene un punto artístico que “no se pué aguantá”. Ese día nos dedicamos a descansar en un free camp con vistas a las montañas y a prepararnos para ver al día siguiente el monte Cook y el glaciar de Tasmania, que poco tienen que ver con los glaciares de Franz Josef y Fox que vimos en la West Coast.

freecamp
Free Camp con vistas a las montañas
Clay Cliff
Acantilados cónicos de Clay Cliff
Clay cliff
Arte en el parking de Clay Cliff

El camino hacia el Monte Cook es una gozada. Durante todo el camino tienes a tu derecha el lago Pukaki y las montañas de fondo. Precioso. Y para ponerle una nota de color al recorrido nos cruzamos con arcoíris antes de llegar a nuestro destino durante dos días: El increíble y alucinante Monte Cook.

way mount cook
De camino al Monte Cook
Rainbow cook
El arcoiris en mitad del camino

El camping del parque está genial y se sitúa justo a los pies de la montaña helada de White Horse Hill. Creo que es uno de los campings con las vistas más bonitas en los que hemos estado en todo el viaje. Mirad el paisaje mañanero que nos acompañó, así da gusto levantarse a la hora que haga falta.

mount cook
Vistas mañaneras desde Georgette

En esta zona hicimos todas las caminatas posibles que ofrecía el parque natural. No hay ninguna superior a 3 horas así que en un par de días lo teníamos hecho.

Mount Cook
Vistas desde el camping

Aunque ya estoy horneando un post hablando específicamente de las caminatas que hay en el parque, os voy a contar tres de ellas de forma muy resumida.

La primera es la visita al Lake Tasman, un lago de agua helada creado por la fundición de varios metros de hielo cada año del glaciar de Tasmania. Tanto el lago como el Glaciar son espectaculares. Hay icebergs dentro del lago y en las fotos parecen pequeños pero cuando estás allí te das realmente cuenta de la inmensidad de todo. Me impactó ver esas paredes de hielo que bordean el lago y, si sumamos las montañas nevadas al fondo, el paisaje era espectacular.

Tasman lake
Lake Tasman
Lake Tasman
Inicio del glaciar Tasman y del lago Tasman

La segunda caminata es la Hooker Valley, un recorrido facilito de 3 horas con vistas al Monte Cook y finaliza con el paisaje del glaciar Hooker. Disfrutamos muchísimo porque el cielo estaba sin una sola nube. Este fue el que más me gusto porque te ofrece diferentes perspectivas de las montañas durante todo el recorrido.

Cruzando un puentazo en Hoker Valley
Valley hooker
Vistazas durante la caminata Hooker Valley

Por último, la que más esfuerzo físico conlleva, la Sealy Tarns Track. Se trata de subir nada más y nada menos que 1800 escalones para llegar a un mirador impresionante donde ves el valle rodeado de imponentes montañas y además tienes unas buenas vistas del glaciar de lago a los pies de la montaña White Horse Hill, justo la que veíamos desde el camping. La sensación que tienes mientras que vas subiendo es que estás subiendo al cielo. Todo nevado, aquello nunca acaba y tu cada vez más arriba.

SEaly Tarns
Las escaleras directas al paraíso de Sealy Tarns
Sealy Tarns
Vistas desde arriba de las escaleras de todo el valle. IMPRESIONANTE

El segundo día del parque fue fructífero y a las 3 de la tarde habíamos terminado así en vez de pasar otra noche allí nos fuimos directo hacia el Lake Tekapo, que me pareció el lago más bonito de lo que habíamos visto de Nueva Zelanda. El día se mantuvo despejado así que veíamos el parque nacional al fondo y aguantando este paisaje estaba el Lake Tekapo, brillando de un intenso color azul. Estampa que mantendré en la memoria (espero) mucho tiempo porque es la que cerraba nuestro viaje en la isla sur. Finito.

Lago Tekapo
Lago Tekapo
iglesia Tekapo
La iglesia de Tekapo

Y ahora qué, ¿eh? Pues ahora toca currar y sacar pasta a muerte. Al día siguiente del Lake Tekapo estábamos en Christchurch enviando CV’s desde la biblioteca a todos los trabajos que veíamos bien para pasar el invierno, es decir, al contrario de los viñedos, que no dependamos del tiempo y que no estemos a la intemperie pasando frío.

christchurch
Christchurch nos esperaba

Una vez más, al cabo de dos horas ya teníamos respuestas positivas y nos decantamos por venir hasta Blenheim, al norte de la isla sur. A tan sólo 30 minutos de Picton, donde cogeremos el ferry para seguir nuestro viaje por el oeste de la isla norte una vez pasado el invierno.

Tram christchurch
El tranvía de Christchurch

Hemos encontrado trabajo en una fábrica de mejillones que está a reventar de backpackers como nosotros. Las condiciones están bastante bien: transporte gratuito, buenas pausas, no hay mal rollo ni nadie que te presione, chocolate caliente a voluntad, de lunes a viernes y mejor pagado que el restaurante y los viñedos.

recorrido isla sur
Nuestro recorrido en la isla sur

Lo positivo es que estamos hablando inglés todo el tiempo, haciendo amigos y ya estamos notando en nuestros “serranos bodies” que vamos a evolucionar muchísimo.

El trabajo es duro, repetitivo y muy cansino, pero con música y bailoteo todo se hace más ameno. Así que estamos bien.

Este post lo escribo desde el camping en el que hemos pasado una semana. Un camping a 5 minutos en coche de Blenheim que está bien de precio pero sin internet y demasiado tranquilo. A partir de mañana empezamos en el camping donde están todos los que hemos conocido en la fábrica, a ver que tal el ambiente por ahí.

camping pet
Eddy y su familia. Las mascotas del camping que hemos pasado una semana.

Como os decía unas líneas más arriba, después de dos mesazos damos por concluida la impresionante Isla Sur. Evidentemente seguiremos haciendo algunas excursiones por los alrededores, pero todo desde un punto de vista más local.

Queremos hacer una ruta en bici entre los viñedos de Malborough, una visita a la fábrica MOA, la cerveza local de aquí y bajaremos hasta Kaikoura para hacer la ruta en barco y ver las ballenas Esperm (así se llaman). Siempre hay cosas que hacer.

Iré contando más detalles sobre el trabajo y nuestra nueva vida por, al menos, los siguientes dos/tres meses.

Que sigáis bien y disfrutando del solazo que os vamos traspasando cada vez más desde aquí, 180º más allá.

Besos y abrazos,

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