Hey! ¿Como vas? Nosotros de kiwi madre.
Después de un mes y medio en Whitianga, el lunes 1 de enero tocaron las despedidas. Dijimos adiós a nuestros compañeros en el restaurante y también nuestra gente del Bird Park. Me acordaré siempre de la experiencia que hemos tenido en esa ciudad. Awesome.
El martes 2 de enero, bien tempranico, comenzaron nuestras vacaciones y pusimos rumbo al sur.
Después de marearnos un poco con las curvas, hicimos nuestra primera parada en Whangamata, una ciudad surfera super animada donde aprovechamos para reponer un poco la despensa (estábamos tiesos de comida) y ya que estábamos, nos sentamos en la playa.

Justo después nos dirigimos hacia Waihi y Waihi Beach donde hicimos una rutaca de casi 5 horas donde pasamos por cascadas, playas y verde, “musho” verde. La caminata fue muy guapa y vale mucho la pena. Salimos desde el norte de la playa de Waihi Beach y tardamos unas 2 horas y media hasta llegar a Homunga Bay, una playa que tuvimos sólo para nosotros. Si lo piensas, ¿quien va a estar tan loco de pegarse esa paliza para ir a una playa? Los más colgaos del lugar.
Esa noche acabamos muertos y descansamos en una antigua estación de tren que aún está en funcionamiento.



Al día siguiente seguimos bajando un poco más para llegar a la Garganta de Karangahake. Un espectáculo natural de montañas, bosques y minas. Tuvimos mala suerte con el tiempo y nos cayó la más grande, pero eso sí, disfrutamos como enanos. Pasamos por un túnel de al menos 2 km, vimos larvas luminiscentes en las minas y atravesamos puentes bailongos, como a mí me gustan. Justo después de la ruta por Karangahake Gorge fuimos a nuestro primer destino de la región de Bay of Plenty, Monte Maunganui. Es un pueblo muy cercano de Tauranga y super turístico. Nos gustó mucho

Antes de visitar nada, lo primero que hicimos al llegar fue llamar a todos los albergues que había económicos por la zona. Todos hasta arriba. Comenzamos un poco a desesperar, pero al final encontramos uno que estaba relativamente cerca, y amig@, el mejor camping en el que he estado en mi vida. Tenía sala de juegos, piscina caliente, Wifi ilimitado, barbacoas, planchas, varias cocinas y lo más importante, duchas calientes.
Esa noche estuvo genial porque contactamos con Alfonso y Céline, la pareja con quien pasamos navidad, para que nos hiciesen una visita al camping (ellos están ahora trabajando en la recogida de kiwi por la zona). Se apuntaron, nos pegamos un baño en la piscina caliente y aprovechamos para hacernos unas buenas hamburguesas en la barbacoa. Buen rollito y siempre es un gusto compartir comidas con amigos.
Al día siguiente, volvió a llover y la subida al monte tuvimos que hacerla a pesar de que estaba bastante nublado. Las vistas desde arriba…os las podéis imaginar…fumata bianca. Aun así, pasamos un buen momento.


Después de unas apuestas a ver cuando volveríamos a vernos con Alfonso y Céline, pusimos rumbo hacia Rotorua sin saber la odisea que teníamos por delante esa noche.
En el camping una mujer nos avisó de que venía un temporal bastante jodido. Fuertes vientos y mucha lluvia. Un tomentón de cojones vamos, de esos que te pasas todo el día en casa al lado de la estufa.
Llegó la noche, la tormenta iba a más y más y nos quedamos en un parking que accedía a unas cataratas (Okere Falls). El tema es que el viento soplaba que daba gusto y estábamos rodeados de árboles. Yo me despertaba cada cierto tiempo a ver si el agua cubría las ruedas de los vecinos. Estábamos viviendo las cataratas sin movernos del coche.
Nos fuimos temprano por la mañana a Rotorua donde nos enteramos que un árbol mató a una mujer por el fuerte temporal. Cuando os digo que fue heavy… En fin, ese día nos dedicamos básicamente a buscar alojamiento a cambio de trabajo en Helpx. Nos dijimos que sería la bomba encontrar otra experiencia como la que habíamos tenido con Bruce y Margot. ¡Y la encontramos! ¡Y con jacuzzi! Vaya regalazo de reyes.

Mel, Tom, George, Emily y Charlie es una familia maravillosa que nos acogió desde el primer día con los brazos abiertos. Nos dan alojamiento a cambio de una hora de trabajo en el jardín y jugar un poco con sus hijos (esto último es una gozada). Estos días nos hemos hecho unos másters jugando a criquet. El alojamiento se trata de una habitación con baño privado que tienen en el exterior de su casa.

Desde el viernes 5 hasta hoy (9 de enero) hemos disfrutado jugando con los niños y visitando Rotorua, que tengo que decir me ha sorprendido gratamente.

La zona de Rotorua es conocida por sus géiseres, piscinas de barro hirviendo, la influencia maorí, un parque enorme con secuoyas (también enormes) y un pestazo a azufre que quita el hambre en un momento.


Aprovechamos para visitar una aldea maorí donde fuimos a un concierto y nos comimos un maíz hecho a la forma tradicional del hangi maorí acompañado de mantequilla, pimienta y sal (cocinado en agua geotermal durante 20 minutos). ¡Espectacular!



El 8 de enero Jeanne cumplió 27 añazos que por primera vez lo celebró en verano. Fuimos a disfrutar del día al Blue Lake y después nos pegamos un homenaje en un restaurante Koreano ¡que pa’ que!

Mel, que es un encanto, nos ha propuesto quedarnos gratis en su casa toda la semana que viene dando de comer a Grace (su perra labrador) y al pez de Charlie. Es una pedazo de propuesta pero creo que teniendo el 7 de febrero el billete ya comprado para bajar a la isla sur…será complicado estar una semana más por aquí, así que tendremos que rechazar y seguir bajando.
Mañana ya salimos para Taupo, donde estaremos un par de días y después haremos el Tongariro Alpine Crossing, un trekking de 7 horazas pal body alrededor de un volcán activo (Monte Tongariro). Dicen que es uno de las mejores caminatas de Nueva Zelanda y con suerte el cielo estará despejado. Después del paseazo volveremos hacia Taupo y cogeremos la carretera que va hasta Napier, donde queremos estar un par de semanas currando. Los días que tenemos por delante son, como siempre, incógnitas. Ya os contaré como ha salido todo en unos días porque creo que estaré fuera de cobertura.
Para resumir, esta semana hemos caminado entre secuoyas, admirado géiseres, visto cataratas, hemos jugado a criquet, hemos comprobado que hay gente maravillosa en el mundo como Mel y su familia, hemos conocido un poco más en profundidad la cultura maorí y nos vamos mañana 10 de enero con una sonrisa de oreja a oreja.
¡Espero que hayas tenido una buenísima entrada de año! See you soon,
Besis,
Q pasada chicos……he flipado de vuestra super semana. Besitos