Tercera Semana – Conociendo Whitianga3 minutos de lectura

Muuuuy buenas, ¿Cómo estamos?

Pues sí, al final bajamos hasta Coromandel, en Waikato (región algo más al sur de Auckland) y por lo que hemos visto hasta ahora, no nos hemos equivocado.

Después de 3 horas de coche, de las cuales la mitad fueron por un camino estrecho de tierra y bien de curvas, llegamos a nuestro siguiente destino, Whitianga. Un pueblecito costero pequeñito que empieza a llenarse poco a poco de turistas extranjeros y kiwis.

¿Por qué aquí? Pues porque conocimos a través de un grupo de Facebook a Howard, el dueño de un bar que necesitaba a gente para currar durante el verano en su restaurante. Nos pareció una buena idea para ir bajando poco a poco, mejorar inglés y a la vez que mantenernos y ahorrar algo.

Habíamos quedado con Howard para vernos el miércoles y hablar de las condiciones y conocernos. Así que teníamos 3 días de tranqui para visitar un poco la zona.

Llegamos el domingo por la tarde-noche al camping donde hemos pasado toda la semana.

Está genial de precio y nos pilla a unos 20 minutos en coche de Whitianga.

A la mañana siguiente, fuimos a Whitianga para ver que tal era el pueblo. Nos encantó, dimos un paseo y pasamos por el restaurante a ver que tal era. Buenas sensaciones. Con estas vistas, como para no tenerlas, ¿no?

Después de la visita, compramos nuestras provisiones para casi toda la semana y nos fuimos a nuestra segunda noche en la furgo. Por cierto, muy cómoda.

El martes nos levantamos temprano, cogimos del camping dos palas y nos fuimos a Hot Water Beach, una playa donde hay agua geotérmica en la orilla. Así que allí estábamos los guiris, con nuestras palas, escarbando y montándonos una piscinita de agua calentica. Fue un puntazo. Recogimos y nos fuimos para el camping a pegarnos un duchazo de agua fría para darle contraste al cuerpo.

Llegó el miércoles y por la mañana salimos a hacer una ruta muy chula en Broken Hills. Una caminata de unas 3 horas donde pasamos por vegetación, riachuelos, cataratas y terminamos con nuestros frontales en un túnel minero de 600 metros. Muy bonito. ¿Qué os parece?

Justo después del paseíto nos fuimos para Whitianga para conocer a Howard, un hombre de Manchester que llegó hace 10 años con su campervan a Whitianga, se enamoró de la zona y ahora tiene un restaurante. El encuentro fue bastante bien, estuvimos hablando un poco y nos enseñó la cocina. Nos explicó un poco nuestra función y quedamos en ir el jueves por la mañana para probar.

Los siguientes días hemos estado trabajando en el restaurante: cortando verdura, limpiando mejillones, preparando postres y aperitivos y metiendo platos en el lavaplatos. La verdad que es un trabajo fácil y no requiere de tanto esfuerzo físico como la recogida de fruta. El ambiente es muy bueno y Howard muy majo. No está nada mal para estar un mes por aquí visitando los alrededores y ganando algo de pasta. Estamos contentos.

La semana que viene iremos visitando más cositas que hay por aquí como Hahei Beach y Cathedral Cove. Pinta muy ben.

El camping está bastante bien, tenemos lo que necesitamos y cada día conocemos gente nueva con la que compartimos recorridos del país y echamos unas risas.

Aun así, son 20 minutos cada día hasta Whitianga. No es mucho, pero seguiremos buscando algo en el mismo pueblo, que por lo que vemos es complicado. Mucho alojamiento turístico a precios altos.

Este es el resumen de nuestra tercera semana, ¿nada mal, no? Avanzamos. Nuestra idea será estar aquí un mes más o menos para seguir bajando y seguir conociendo toda la costa este hasta Wellington.

¡A ver si hay alguna sorpresa la semana que viene!